jueves, 2 de septiembre de 2010

Las sagradas ruinas

"Ahora usted me cita acá en el Hospital y me dice que el Alemán se está muriendo de cáncer, que en los últimos años entraba y salía del Borday por eso andaba andrajoso, pero que estaba casado y tenía hijos y en realidad cuando se iba volvía con su familia y trabajaba en un taller que tenía y cuando juntaba suficiente le dejaba a la mujer y desaparecía por unas semanas, si usted lo dice debe ser así. Que él le contó su historia y que usted piensa que yo quiero verlo antes de que se muera porque tiene cáncer terminal. Y que a lo mejor estaría dispuesta a llevármelo a casa, para que no se muera en el hospital. Que los hijos están fuera del país, que quedó viudo y está solo. Siempre imaginé que él era un vagabundo, que había andado por todos los caminos y dormía donde le agarraba la noche, nunca pensé que estaba loco, porque sus maneras conmigo siempre fueron las mismas, y si lo voy a despedir es aceptar eso que usted me cuenta, pera sabe yo me voy a mi casa como si no hubiera estado acá, o mejorcomo si hubiera una confusión de personas, por otra parte nunca vi sus documentos, ni sé su nombre y apellido, ese del que usted habla no es el Alemán que yo conozco"

(Del cuento Bukoskiana)



Los elegidos de Dalmiro Sáenz. Antología

Todo grupo humano se puede definir por la gente que excluye. Los escritores que yo excluí de este libro forman parte de él, tal vez tanto como los que firman cada uno de estos cuentos. Gente rara los escritores que incluí en este libro. Algunos magníficos, otros atroces, pero todos formando parte de esa necesidad de pensar como piensan pocos y hablar como hablan muchos que caracteriza a los grandes escritores y a los grandes lectores.

Dalmiro Sáenz

En este libro Dalmiro Sáenz eligió el cuento "Yuyitos para el amo lejano" de Leticia Manauta.


Según pasan los años

Estos cuentos de Leticia Manauta, escritos en distintos tiempos, que debieron pubicarse mucho antes, constituyen un especial desdoblamiento de fantasía y realidad. La autora los compone circunscribiéndose a lo de todos los días, pero luego aparece lo inasible, la melancolía, el alejamiento, la ternura, lo que que cada uno lleva en el corazón. Eso produce que de inmediato nos identifiquemos con sus criaturas. A ninguna de ellas les falta el ingrávidoentendimiento de lo íntimo de tantos hombres y mujeres: la restauración de una meteorología apasionada, primaveral, que van perdiendo cmo todas las cosas.

La autora inicia en algunas ocasiones sus cuentos con el desarrollo de circunsatancias elementales que desembocarán en la fatalidad ineludible, pero también cotidiana.
Tres cuentos me parecerán siempre evocables: "Gracias a Dios están todos de mi lado", humor entrañable y desolado; "La cabeza coronada de laureles", evocación, arrpentimiento y resignación; y el que da título al libro, un rescate inteligente y profundo de la condición humana.

El juicio final vendrá de los lectores. Seguramente dirán que esperar tanto valió la pena.


Puerto Rico, Misiones, febrero 2003

Carlos Martínez Gamba
Escritor y poeta en lengua guaraní